¡La plata 925 es de calidad premium y, en realidad, es la elección superior para tus joyas!

Permítenos explicarlo. La plata 925 contiene un 92,5% de plata y, como tal, no es tan pura como la plata genuina. Sin embargo, esto tiene una muy buena razón, ya que la plata 925 ofrece un equilibrio sorprendente entre belleza y practicidad. Su brillo cautivador es comparable al de la plata pura. Es importante destacar que la adición de aleaciones metálicas, en nuestro caso cobre, a la plata esterlina refuerza significativamente su resistencia y durabilidad. Esta mejora asegura que las joyas de plata 925 puedan soportar el desgaste diario mucho mejor que la plata fina, ofreciendo así elegancia y calidad perdurable.